Arturo Soto Munguia / 2013-01-11
Por alguna razón que no me queda aún muy clara, no fui invitado a la rueda de prensa que ayer por la mañana ofreció Guillermo Padrés, para fijar la posición del gobierno que encabeza, en torno al controversial y controvertido asunto del paquete fiscal 2013 y concretamente, sobre la insurgencia ciudadana que por todo el estado se levanta contra el cobro de impuestos considerado injustos.
Tuve, sin embargo, la oportunidad de ver por televisión la comparecencia a la que también fueron convocados los integrantes del gabinete legal y ampliado; delegados federales, algunos líderes empresariales y sociales.
Lo que vi no me gustó. Quijadas apretadas. Caras de piedra. Rostros de preocupación. Un ambiente de funeral.
No es para menos. Guillermo Padrés salió, después de una larga ausencia por motivo de sus vacaciones en un costosísimo lugar de Estados Unidos, que no habría marcha atrás en el cobro de la ‘tenencia disfrazada’, un tema que ha detonado la inconformidad ciudadana en las principales ciudades del estado, y que ha confrontado al gobierno estatal con un “14 por ciento” de la población.
Un 14 por ciento, hay que decirlo, que incluye por ejemplo a empresas como Transportes Pitic, de la familia Cons, que decidió tramitar las placas de su flota vehicular -bastante nutrida por cierto-, en el vecino estado de Sinaloa.
Un 14 por ciento muy engañoso en las cifras oficiales, con las que pretenden hacer creer que el 86 por ciento restante no resultarán afectados por el cobro de la ‘tenencia disfrazada’, cuando en la realidad la Ley de Ingresos incrementa prácticamente todos los cobros por servicios de gobierno.
Con la inconformidad ciudadana en las calles, el gobernador salió a mandar un mensaje durísimo: No hay marcha atrás. Todo lo que estamos haciendo es por el crecimiento del estado. No nos interesa el 2015, nos interesa el futuro de Sonora. Asumimos el costo político. Sonora ha crecido en los últimos tres años a un ritmo mejor que el de sexenios anteriores. Hay inconformidad, pero eso es un asunto partidista. Los inconformes están siendo manipulados por el PRI. Los que se organizan para boicotear la Serie del Caribe “no son sonorenses bien nacidos”, y así.
II
En la rueda de prensa, transmitida por el canal gubernamental Telemax, los rostros de los ahí presentes eran de una preocupación extrema. Demasiado serios. Demasiado vacilantes y nerviosos.
Las imágenes de ayer se encuentran a años luz de aquellas festivas, emocionantes, esperanzadoras imágenes contenidas en el video últimamente muy publicitado http://www.youtube.com/watch?v=biXcDxjVM-4 en el que el entonces candidato se compromete a no subir impuestos, a no incrementar el costo de los servicios de gobierno.
Imágenes y palabras que han inundado redes sociales y que se reproducen en cada manifestación de inconformidad que aparece lo mismo en Hermosillo, en Guaymas, en Cajeme, en Nogales, en San Luis Río Colorado, en Navojoa, en Caborca y en cada municipio donde la gente organiza la resistencia.
Una resistencia, hay que decirlo, no tanto contra los nuevos impuestos y el incremento a otros. Lo que ha detonado la ira ciudadana es su propia realidad cotidiana en la que por todos lados se siente el deterioro en la calidad de vida, en contraste con el ofensivo enriquecimiento de la casta gobernante.
En un contexto así, el gobernador sale a decir que no habrá marcha atrás. Que por las razones que gusten y manden, las finanzas públicas están quebradas. Que el gobierno del estado está abierto al diálogo y a la negociación, pero que no hay marcha atrás. Que la política recaudatoria es dolorosa pero necesaria para mantener el orden, el progreso, el crecimiento económico de Sonora.
El rostro de quienes lo escuchan en la sala de prensa sigue congelado. Endurecido. Quisieran creer las palabras del gobernador, pero saben que no son ciertas.
Saben que afuera, en las calles de las principales ciudades de Sonora, la gente está enfurecida y dispuesta a movilizarse.
III
Alguien le pregunta al gobernador su opinión sobre la gente que, inconforme, se propone boicotear un evento deportivo internacional que tendrá como sede la capital de Sonora. La Serie del Caribe. Un encuentro de los equipos campeones del beisbol en Puerto Rico, Venezuela, República Dominicana, México.
Y Guillermo Padrés dice que quienes pretenden ese boicot “no son sonorenses bien nacidos”. La respuesta en redes sociales fue tremenda. El gobernador nos ha llamado “malnacidos” a quienes nos oponemos a su política recaudatoria, fue la sentencia en redes sociales, ese espacio de discusión y debate que ha tirado gobiernos en otras partes del mundo.
La imagen de un gobernador, apenas en la mitad de su sexenio, nunca había estado tan deteriorada como la de Guillermo Padrés.
Y para completar el cuadro, anoche mismo el subsecretario de Comunicación Social, Luis Enrique Montejano reveló en su cuenta de Twitter, su coraje y molestia contra el principal asesor de imagen del gobernador Padrés, el señor Javier Alcaraz Ortega, porque en el evento mañanero el publicista lo trató como a una ‘chacha’ y en ‘público de la gente’, como diría el corrido.
El nerviosismo, las pasiones están desbordadas en el gabinete de Padrés, y sus más volubles colaboradores no vacilan en ventilar públicamente la crisis interna.
Mientras, en las calles, la inconformidad sigue creciendo.
IV
Vuelvo con las caras de funeral en la mañanera rueda de prensa. Las mismas que un día antes tenían los diputados del PAN al salir a “asumir los costos políticos”.
Hermosillo tendrá agua siempre, con el Acueducto Independencia. No es cierto. De hecho, comenzó a circular la versión de que el consorcio que preside Samuel Fraijo había sido intervenido por la Secretaría de Hacienda federal, congelándole sus cuentas.
Sonora tiene un mejor transporte: No es cierto, de hecho en Hermosillo, Cajeme y Navojoa, si alguien sabe del estado crítico del transporte urbano, son los usuarios.
Sonora es vanguardia en crecimiento económico y generación de empleos. No es cierto. Una sociedad así no tendría los índices de pobreza, marginación y criminalidad como los de Sonora.
Para acabar pronto. El dirigente estatal del PRI en Sonora, Rosario Rodríguez Quinónez lo resumió en pocas palabras: “Guillermo Padrés pasará a la historia como el peor gobernador de Sonora. Todo lo que dice existe, pero nada más en la segunda parte de Foxilandia”.
V
Mientras tanto, la activista Rebeca Villanueva, así como otros líderes del movimiento “No más impuestos”, denunciaron ayer que están siendo acosados y amenazados por el gobierno de Guillermo Padrés. De hecho, Rebeca ha responsabilizado al gobernador de lo que pueda ocurrirle a ella o a su familia.
Y es que los ‘servicios de inteligencia’ del Nuevo Sonora se dieron a la tarea de investigar a la activista, hasta dar con unas fotografías en las que aparece con una camisola roja, apoyando al candidato del PRI a la alcaldía en 2012, Manuel Ignacio Acosta.
Esas fotos las usaron para tratar de probar que el movimiento contra los impuestos en Sonora está siendo dirigido por el PRI. Pero en redes sociales circuló rápidamente la prueba documental de que la señora Villanueva también fungió como representante de casilla para el candidato del PAN a la alcaldía en 2009, Javier Gándara Magaña.
Hasta aquí no hay nada histórico ni mucho menos inédito. El Estado siempre ha utilizado su aparato de gobierno para perseguir a la disidencia.
Lo novedoso, en todo caso, es la desesperación, el coraje, los estados de realidad no ordinaria bajo los cuales se toman las decisiones de Estado.
Cuando el rancho arde, los asesores del gobernador le recomiendan apagarlo con turbosina. Eso sí preocupa.












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