Por: Manuel Fernando López.
Sin la presencia de autoridad alguna que validara la legalidad del evento, el pasado
primero de mayo Iris Fernanda Sánchez fue reelecta como secretaria general del sindicato de trabajadores agrícolas Salvador Alvarado por un nuevo periodo de 4 años.
Esta nueva etapa se sumará a los doce años que ha mantenido la dirigencia
sindical, desde que la heredara a la muerte de su señor padre, Trinidad Sánchez Leyva.
En el evento, realizado en las instalaciones de “El Partenón”, se evidenció en todo
momento el compromiso y total apoyo de los productores agrícolas al liderazgo de Iris Fernanda para sacar adelante su reelección.
Sin embargo, al mejor estilo de “no me salgan con que la ley es la ley”, en campos
agrícolas de la región Carbo-Pesqueira y el Valle de Guaymas-Empalme, se quejaron
reiteradamente de no conocer en tiempo y forma la convocatoria. En otros campos, allá en la costa de Hermosillo-El Sahuaral, el último día de abril los trabajadores no conocían la lista de jornaleros con derecho a votar. El padrón de afiliados sindicalistas, pues.
De la respectiva comisión electoral invocada por la convocatoria y sus respectivos integrantes, mejor ni hablar.
Días previos al evento, integrantes del círculo cercano de la reelecta, afirmaron que no tenían conocimiento de dicha comisión ni de sus presuntos integrantes.
Pese a todo esto; 1,118 hombres y mujeres trabajadores del campo fueron acarreados por sus patrones para que 886 de ellos votaran a favor de la reelección. No habiendo de otra ya que ante la desconocida comisión electoral solo se registró una planilla; la verde, encabezada por Iris Sánchez Chiu.
Cuando Rey David Leya y Héctor Martínez fueron cuestionados sobre la ausencia
de autoridades que atestiguaran y validaran la legalidad del evento, aseguraron que no era necesaria la participación de las autoridades del Centro Federal de Conciliación y Registro
Laboral, en todo caso es potestad de éstas si asisten o no.
Ante esto, varios abogados consultados al respecto por este reportero aseguran que
toda actividad relacionada con las convocatorias para elegir comités dirigentes de cualquier organización sindical, la participación de libre de sus agremiados y sobretodo: la garantía
del voto universal y secreto, debe ser sancionado y validado por la autoridad laboral.
Más allá de la omisión en la rendición de un informe detallado del origen y destino de los recursos del sindicato Salvador Alvarado, la falta de probidad en su defensa de los derechos de los trabajadores y sobretodo la alineación de sus intereses personales con los intereses patronales; la permanencia de Iris Sánchez en la dirigencia sindical durante los últimos 12 años, la hacen legalmente inelegible para un nuevo periodo al frente del sindicato
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