Por Carlos Germán Palafox Moyllers
En la entrega anterior señalábamos que para algunos economistas y columnistas de diversos medios, los pronósticos sobre el crecimiento de la economía mexicana para este 2023 eran desalentadores y hasta con cierto tono de burlas ante el pronóstico de una expansión del 3 % que planteó la Secretaría de Hacienda.
Los pronósticos de crecimiento más bajos para la economía mexicana en este 2023 fueron de The Economist Intelligence Unit, con una tasa de crecimiento esperada de un 0.8 por ciento, y del Fondo Monetario Internacional, que con un pronóstico menos pesimista, esperaba que la economía mexicana creciera 1.2 por ciento.
Sin embargo, de acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el crecimiento en el tercer trimestre de la economía mexicana fue de 3.3 por ciento, y el crecimiento promedio de los tres primeros trimestres fue del 3.5 por ciento. Incluso los pronósticos de los especialistas del sector privado en la encuesta de Banxico de este mes de diciembre, muestran que la economía quizá crezca cerca al 3.5 por ciento anual.
En el artículo anterior también planteamos las siguientes interrogantes: ¿por qué todos pronósticos se quedaron cortos a la realidad?, y ¿qué ha motivado este crecimiento tan importante?
La respuesta a la primera interrogante es que se debió a que seguramente antepusieron una visión ideológica sobre la evolución real de la economía. Los organismos internacionales y el sector empresarial, no hay otra explicación, buscaron desactivar la inversión privada y extranjera con los pronósticos tan pesimistas. La respuesta de la segunda pregunta es el rápido crecimiento de los componentes de la Demanda Agregada.
En esta entrega hacemos el análisis de las variables macroeconómicas más importantes de la demanda agregada, así como la inflación y el tipo de cambio que se presentaron en 2023.
Consumo familiar
Con la Cuarta Transformación estamos ante la presencia de un nuevo modelo de gobierno que se centra en el Humanismo Mexicano, donde los ejes de desarrollo son las políticas salariales, los programas sociales y la eliminación de la corrupción, buscando con ello la justicia social para mejorar las condiciones de vida de las y los mexicanos, preferentemente de los que tienen menos.
El buen ritmo de la actividad económica de México ahora se ve reflejado en la confianza de los consumidores respecto a su economía familiar y a la del país. Sin lugar a dudas este optimismo se basa en diferentes factores: la política salarial con incrementos constantes que se han realizado al salario mínimo, en conjunto con una resiliencia del mercado laboral después de la pandemia; el incremento de ingresos en los hogares de los deciles que agrupan a los hogares más pobres; la entrada histórica de remesas, y; las transferencias monetarias directas a miembros de millones de familias a través de los programas sociales. Así, en este año que está por terminar, los hogares más pobres registraron un incremento importante en sus ingresos, disminuyó la brecha de ingresos entre los hogares más vulnerables y aquellos con mayores ingresos, y se generó un ambiente de confianza y optimismo respecto al avance de la economía familiar.
“El consumo estará respaldado por un mercado laboral sólido”, informó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en su más reciente reporte de perspectivas económicas a nivel mundial, asegurando que “La inversión estará respaldada por proyectos de infraestructura pública que se espera finalicen en 2024 y por la deslocalización de actividades manufactureras a México”.
Exportaciones
Por el lado del sector externo, las exportaciones totales en dólares mantienen una tasa de crecimiento anual cercana al 3 por ciento, de enero a noviembre de este año. Esto lo podemos ver en el reporte del INEGI sobre la información oportuna de la balanza comercial de México. Lo importante de esta información sobre las exportaciones es que aunque las exportaciones petroleras tienen una reducción del 15.2 por ciento en términos anuales, las exportaciones del sector automotriz presentaron un crecimiento anual del 14.4 por ciento, y solo como referencia, estamos hablando de que las exportaciones petroleras representan solo el 5.6 por ciento del total de las exportaciones del país. Es decir, el impacto de la caía de las exportaciones petroleras tiene un efecto marginal para las exportaciones totales del país.
Variables macroeconómicas
Tasa de interés
El Banco de México ha incrementado la tasa de interés de referencia a 11,25%, su nivel más alto desde que está vigente la política monetaria actual. Esto ha hecho frente a las presiones inflacionarias.
Algunos organismos internacionales como la OCDE recomiendan que la política monetaria se mantenga restrictiva “para garantizar que la inflación disminuya de manera duradera hacia su objetivo”.
También recomienda dirigir los aumentos del gasto social a los hogares de bajos ingresos y basar los proyectos de inversión pública en un análisis sólido de costo-beneficio para aumentar la eficiencia del gasto público y mitigar los riesgos inflacionarios. Justo lo que realiza el gobierno del presidente López Obrador en su diseño de políticas.
Inflación y salarios
En su informe, ese organismo internacional también señala que la inflación en México ha seguido disminuyendo, alcanzando el 4.3% interanual en octubre, y con un nivel bajo de desempleo. Además, resalta que los salarios reales han aumentado, respaldados por aumentos constantes de los salarios mínimos, revisiones salariales a principios de cada año, y por la desaceleración de la inflación. Es importante señalar que a menor inflación aumenta el poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores.
Tipo de cambio
Es importante resaltar que el peso mexicano fue una de las monedas con mejor desempeño entre mercados emergentes, impulsada tanto por las tasas de interés en el país, como por el optimismo económico.
Dentro de las buenas sorpresas que trajo el 2023 a México, el tipo de cambio quizá fue la estrella. El peso se apreció 13% contra el dólar en lo que va del 2023, como lo podemos constatar en la gráfica, convirtiéndola en la segunda moneda, entre las de más uso a nivel mundial, con el mejor desempeño, detrás solamente del peso colombiano. La subida del peso conjuga varios factores, entre ellos el atractivo rendimiento de los instrumentos financieros, el optimismo por la llegada de empresas extranjeras, y la caída de la inflación en los Estados Unidos.
Subsecretario de Egresos de la Secretaría de Hacienda del Estado de Sonora y Maestro de Asignatura del Departamento de Economía de la Universidad de Sonora
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