Hermosillo, Son a 07 de febrero del 2022.- Más de 160 mil trabajadores de Sonora se encuentran sin ejercer su crédito Infonavit ante la falta de vivienda social, por lo que es urgente implementar un Programa Emergente Integral de vivienda popular, que ataque el fuerte rezago de casas-habitación nuevas o usadas, sostuvo Javier Villarreal Gámez.
El dirigente de la CTM-Sonora precisó que la propuesta ya se planteó al gobernador en quien los cetemistas depositan la confianza para que se exponga durante la gira de trabajo que sostendrá por la entidad el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Explicó que con la participación de los tres niveles de gobierno se propone adquirir terrenos que se equipen con los servicios básicos para posteriormente construir una vivienda digna que signifique el patrimonio familiar de los trabajadores.
“El mecanismo que se ha encontrado es que se constituya la figura de un FIDEICOMISO administrado por el Infonavit, donde el monto de recursos del crédito del trabajador se depositen y con el dinero se adquieran los terrenos, (de preferencia terrenos donados o a muy bajo precio), se doten de servicios básicos y se construya vivienda popular”.
Acompañado de Oscar Ortiz Arvayo, dirigente de la CTM-Hermosillo y José Hernández Gómez, secretario de Bienestar Social en vivienda dijo que es una demanda que no se ha podido atender pero sin embargo, esta vez se tiene la confianza en la voluntad política del gobernador Alfonso Durazo, para pedir el apoyo al Presidente de la República, para efecto de poder adquirir los terrenos a través de Sedatu, asimismo del Gobierno del Estado y los Ayuntamientos de Sonora y así poder avanzar en esta fuerte demanda de miles de familias sonorenses.
El líder cetemista recordó que hace tres años al suspenderse el subsidio federal que era aproximadamente de 80 mil pesos por vivienda, dejó de construirse vivienda con precios por debajo de los 500 mil pesos, que es el monto de crédito posible, por los salarios de la mayoría de trabajadores, para acceder a un crédito de vivienda. Es decir, que no hay vivienda nueva y también se agotó la vivienda usada de de esos montos.
“Con el subsidio los constructores de vivienda tenían la obligación de construir una vivienda digna, opción que ya no existe, actualmente las casas que se construyen se ofertan por arriba de los 800 mil pesos, cantidad que no está al alcance de los bolsillos de los trabajadores”, resaltó.
Reiteró su confianza de poder hacer realidad el Programa Emergente Integral que acabe con el rezago de vivienda popular nueva; es un ganar-ganar, porque la industria de la construcción genera muchos empleos y mucha derrama económica en el comercio local, se generan más ingresos al gobierno y se resuelve un grave problema social.
Asimismo, se pide la atención al problema de miles de viviendas invadidas o vandalizadas del Infonavit.