Ya nada será igual…El Código

Manuel Fernando López

Hoy, en este espacio no tocaré tema político alguno, donde con raras excepciones alguien se salva de tanta basura; escribiré de un tema por demás interesante surgido de una plática con mi ínclito — al diccionario por favor —amigo Manuel de Jesús Velderrain Enríquez .
Fue en su despacho donde tiene años ganándose la vida como abogado y, en consecuencia con los avatares propios de su profesión; el tiempo dispensado a este servidor fue la mar de interesante, exponiendo a este reportero un proyecto la verdad increíble, retador y, original a decir basta.
Sobre todo lo segundo: retador.
¿Por qué? : su proyecto va enfocado nada menos para beneficiar a los eternos olvidados, a los sempiternos “jodidos” por parte de nada menos que las poderosas e intocables aseguradoras que en este país han asentado sus reales a decir basta.
El reto del abogado es nada menos que parar en seco a tales depredadores que sin miramiento alguno, cuando ocurre un accidente de tránsito y en este participa alguien que por motivos económicos no pudo pagar su seguro, obviamente la aseguradora en turno protege al que si lo está y, al otro que se arregle como pueda.
Si acaso, en su conocida “generosidad” ayudarán con una miseria para gastos funerarios de los deudos, sea ésta, su esposa, padres, hijos o hermanos en caso de muerte; lo vemos seguido en muchos accidentes donde atropellan a repartidores en motocicletas, quienes apremiados por su propias empresas deben llegar en tiempo a sus destinos.
Atrás queda siempre el dolor y la impotencia de esta gente ante las poderosas aseguradoras y, para quienes sobran los abogados que venden a sus clientes por migajas y, llevarse la parte del león .
No solo atropellan – valga el término—a tales personas, sino que larga es la fila de conductores que aún cuando transiten cumpliendo la ley vial y documentos en regla –sin ser asegurados–, si acaso son embestidos y lastimados por quienes incluso van en la ilegalidad, son aplastados en sus demandas de justicia.
También, son despiadados para cobrarle a los asegurados, sus respectivos seguros y, cuando llega el momento de que éstos , reclaman sus pagos respectivos, viene todo un viacrucis para que cumplan.
Pues bien, y sirva este texto para decirles a muchas de etas personas lastimadas y, que incluso han tenido que sufragar sus gastos funerarios a duras penas ante la dureza e insensibilidad de las aseguradoras; este abogado Jesús Manuel Velderrain Enríquez, desde ya, está dispuesto a defenderlos –aún cuando hayan transcurrido dos años del hecho– y luchar contra tales monstruos y la soberbia que les acompaña.
Háganlo, van a ganar; este es su teléfono y, en verdad lo siento por tales buitres; es un hueso muy duro de roer.
Este es su teléfono:6629362995

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