El Código Pandilla de saqueadores

Por Redacción Jun 30, 2020

Manuel Fernando López

En días anteriores y, con base en información del portal de Agenda Pública de mi amigo Victor Fausto Silva en Navojoa, publiqué con el título “Cochi y trompudo”, cómo el hampón metido a “periodista”, Antonio Sánchez Martínez, desde su puesto como director de comunicación social en dicha ciudad, tiene en la nómina a parientes, sangrando aún más las finanzas de este ayuntamiento, dirigido por la jefa de estos bandidos, “Chayo” Quintero.
Sigo esperando que me pida el derecho de réplica para vaciarle en el lomo el dompe de información de todas sus fechorías y latrocinios cometidos a nombre del difunto Luis Donaldo Colosio Murrieta y, cómo fue a México para venderse como prostituta corriente ante el dirigente nacional, prometiéndole que él –Antonio—era clave para posicionar al Partido Colosista en ciernes.
La narrativa anterior vendrá en su momento; en esta columna, haciéndonos eco de Agenda Pública, va la lista de cuánto cobran los prestanombres de este hampón, con el visto bueno de “Chayo” Quintero, misma a quien conocí al través de Jaime Moreno Berry: toda una “niña chantilly”.
Van: el jefe de la banda –Antonio Sánchez cobra 17 mil pesos, María Lourdes Alvarez a cargo del panfleto El Liberal, cobra 9,280 pesos mensuales, El Despertar de Sonora – que modesto el tipo—a cargo de su hermano Luis Alonso Sánchez Martínez percibe 40 mil 600 pesos, Casimiro Montes Palomera del mamotreto El Metro cobra 9,280 pesos; rápida como el nombre de su bodrio El Jet, Luz María Garduño Sánchez, recibe 23 mil 200 pesos y, con 6 mil 960 pesos, Dania María Ruiz Ayala, con su “Hora Cero”.
No es todo, porque aparece Guadalupe López Valenzuela , también de “El Jet” con 23 mil 200 pesos (doble factura)
Magnífica velocidad de dicho avión para robarle a los ciudadanos.
¿Quién dijo que el periodismo no es negocio?: obvio que todos y cada uno de los anteriores “periodistas” deben “mocharse” con el hampón mayor, Antonio Sánchez Martínez.

Estamos hablando de 130 mil pesos mensuales para estos léperos.
¡Alea jacta est!.

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