Carlos Perla
La definición de la palabra hipocresía, según el diccionario de la lengua española es: Fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan y la de simulación: Presentación de una cosa, haciendo que parezca real, cuando en realidad no lo es.
Pues una institución, que supuestamente goza de un buen prestigio y respeto por parte de la sociedad sonorense, es el Colegio de Sonora, quien a lo largo del tiempo, ha encubierto su verdadera mascara bajo esos dos términos arriba mencionados y que dan título a la presente columna.
La verdadera realidad, es que esta institución, es una verdadera Farsa, operan como unos VERDADEROS CANDILES DE LA CALLE.. En los eventos que ahí se realizan supuestamente promueven y promueven valores humanos como la inclusión, la no discriminación, la igualdad y Bla Bla Bla Bla, en realidad todo esto es puro discurso barato, ya que hacen todo lo contrario, empezando con Inés Martínez De Castro, quien funge como directora de difusión desde hace casi 30 años en ese puesto, imagínese usted, casi los mismos que estuvo el dictador de Porfirio Díaz, así como los ex presidentes de Egipto Mubarak y de Libia Khadafi, que dejaron los cargos gracias a la revolución llamada la primavera árabe, quien fue un movimiento que se alzó en contra de estos tiranos y dictadores que se sentían dueños absolutos de sus respectivas naciones.
En el caso del primero, y el segundo por estar acusado de genocidio y lesa humanidad fue restituido de su cargo, ambos ya no están, ¿ qué se necesitará para que Martínez de Castro se largue de una buena vez?, la respuesta está en la rectora Gabriela Grijalva Monteverde, quien tiene una sólida amistad con la susodicha y mientras ella sea la mandamás en el colegio puede usted apostar a que Martínez de Castro le hará competencia a Fidel Velázquez, el extinto líder cetemista que se pasara más de 6 décadas al frente de esa central obrera, pues esta Pseudofuncionaria va que vuela para Eternizarse de la misma manera..
Ella se cree la dueña del COLSON, ya que cuando hay eventos y sirven el ambigú, le da instrucciones a al personal, ósea, a los empleaduchos de abajo, para que vigilen y hostiguen a los asistentes que ella les señala, para que por medio del acoso y la fiscalización se sientan mal, ya que todo ahí es de ella, o al menos lo cree así.
Y la verdad, no es culpa de los abajo que están bajo sus órdenes, pues ellos saben que tienen que complacer a su Ama, porque si no las represalias están a la orden del día, ¡uyyy que mellóóó!
Vaya que están amaestrados, basta recordar lo que paso el pasado 2 de septiembre de este presente año, en que nos fue negada la entrada a un EVENTO PUBLICO, PAGADO CON RECURSOS PÚBLICOS, Y EN UNA INSTITUCIÓN PUBLICA, como lo es el Colegio de Sonora, y ahí echaron por delante a Cristina Santeliz Soto, quien a pesar de ser una simple asistente administrativa, nos negó la entrada y nos amenazó con llamar a la policía, si no nos íbamos ya que el evento era privado, cuando está estipulado en la Carta Magna, es decir, la constitución, en su artículo primero, que no se puede negar el acceso a eventos financiados con recursos públicos y que negarle el acceso a alguien es caer en la Discriminación, pero claro volvemos a lo mismo, una soldado Razo, obedeciendo órdenes del alto mando.
Que tan mal y contradictorias están las cosas en el colegio de Sonora, que en los eventos, los gatos, es decir la tropa, los operativos, que están para servir, degustan los bocadillos y ambigúes además de beber refrescos y vino, que debiera ser exclusivo de los asistentes, no del personal operativo, que esta única y exclusivamente, para ejercer su función principal que es la de Servir, pero como su jefa quien no tiene don de mando les alcahuetea todo, los rasos se creen de la clase oficial, y hacen lo que no deben..
La verdad en el colegio hay gente valiosa y muy importante que se ha ganado un lugar a base de esfuerzo, pero el problema que vemos aquí es que esta demostrado que cuando una persona se eterniza en el cargo sea el que sea que ostente, pierde el piso y la perspectiva de para lo que esta, por eso hacemos un llamado a la rectora de esta institución, la Dra. Gabriela Grijalva Monteverde, a que con carácter de Urgencia tome cartas en el asunto, y medite muy bien esta recomendación, por que El Colegio De Sonora es una institución para brillar y trascender como lo que siempre deseo su fundador don Gerardo Cornejo.
CONTINUARA…