El Código
Manuel Fernando López
Fue en 1986… ya tu Sanguiene , recorría el país en defensa del agua; ¿ cuántas veces parlamos y degustamos con él, en aquella “barra” donde tantas lágrimas y por supuesto risas, regamos en aquellas noches interminables a la que Hermes nos llevaba tras nuestras jornadas periodísticas ?
¿Sabes amigo…? para mi , llegar a Nogales aquel año, fue como llegar a la mítica Comala, inventada por Juan Rulfo; solo que ahí, de carne y hueso, estábamos Manuel Portillo Lugo, Rogelio Olivares Andrade, Alfonso Heredia, Jorge Silva Esquer, un servidor y tu… amén de muchos otros
A diferencia de Pedro Páramo, nunca fuimos fantasmas ni muertos; el tiempo nos colocó a cada quien en la dimensión correcta y, hace días supe de la presentación en público de otro hijo tuyo, de otro libro.
No pude estar, pero sabes que estuve ahí; siempre y, lo sabes, parafraseando a Andrés Henestrosa: “la palabra libera o esclaviza “; a nosotros, creo han sido ambas situaciones.
Nadie es libre, nadie es esclavo, somos ambas cosas y, obligados a vivir así.
No queda más que felicitarte y seguir en el corcel del recuerdo.