Manuel Fernando López
La frase que la plasma para título de uno de sus libros, el periodista –así con todas sus letras – polaco Ryszard Kapuscinsky, tiene más vigencia que nunca, ante este escenario grotesco de advenedizos del periodismo, quienes de la noche a la mañana, creen que con acudir a las “mañaneras” , con el afán de que el nuevo gobernador los vea y, en consecuencia los incluya en la adorada nómina, ya están in pectore de Alfonso Durazo Montaño.
Equivocados al máximo en su apreciación de un hombre culto como el de Bavispe, con quien he parlado y hemos comentado muchos libros, amén de cabalgar por la pradera de la nostalgia de personajes increíbles –sobre todo Luis Donaldo Colosio—estos tipos revestidos de periodistas, buscan a como de lugar “no vivir en el error” y, regresar a su estatus natural, así sea arrastrándose.
Tanto que insultando la memoria de la mayoría de reporteros “viejos” – también es justo decirlo a muchos que buscan ganarse un lugar en la jungla y, lo hacen con dignidad –; con colmillos retorcidos en este oficio, de la “noche a la mañana”, estos advenedizos, en plan de “nalgas prontas” con el poder en turno, se aferran con desesperación a continuar en el presupuesto.
Uno de estos personajes al cual ya describí y quien se dedicaba a vender libros—muchos robados de la biblioteca de la Unison y hay pruebas en poder de este reportero– los cuales no creo haya leído, por mucho tiempo, vivía pendiente de dónde habría algún evento para ir a degustar los bocadillos y el café, “sin gas” –sin gastar pues—y, sigue en la misma tesitura en las entrevistas con Alfonso Durazo.
“¿Ya desayunaste….?, me preguntó mientras devoraba bocadillos a diestra y siniestra en conocido hotel citadino…
“No—le respondí – yo vengo a “cubrir” la entrevista con Alfonso Durazo, ya desayuné en mi casa….”
Conste, no digo nombres, pero este tipo, propone a conocido reportero como el adalid del “nuevo periodismo en Sonora”.
Lo que falta por ver; ¿ verdad Goyo Ramírez?.
¡Alea jacta est¡