Manuel Fernando López
Aunque pueda parecer un parafraseo de una famosa canción sesentera, el título de esta columna, tiene relación al arduo e incomprendido trabajo emprendido desde hace más de tres años por los integrantes del Movimiento por el Libre Tránsito en Sonora, en aras de eliminar para los sonorenses, los abusivos y leoninos cobros en las casetas de cobro que desde Estación Don a Nogales, exprimen el bolsillo de los conductores y, que aunado a lo que hacen los yaquis simplemente es brutal.
Hace días, con mucho entusiasmo tanto por parte del vocero de este movimiento, Alfonso Cannan Castaños y, del representante estatal de la Secretaría de Gobernación, Cervando Flores Castelo, anunciaron la liberación de las casetas en la rúa federal 15 y, su correspondiente entrega a Capufe para que las siga administrando y, terminar con este conflicto, donde por desgracia, muchos vividores se enquistaron para lucrar y, en consecuencia manchar una lucha digna.
Claro, liberarlas no es ni será lucha fácil, de ahí el nombre de esta columna; sin embargo y, como bien lo precisa el vocero del movimiento, a quien le han llovido calificativos al por mayor de traidor y demás sandeces, logró junto con sus compañeros un logro extraordinario para los sonorenses o en su caso residentes de la entidad.
La excención de pago para residentes en el sur de Sonora y, en el caso de la caseta de Hermosillo, en lo cual el gobernador electo Alfonso Durazo Montaño, ya anunció reubicarla hacia Carbó, con lo cual los automovilistas de puntos aledaños como San Pedro, Zamora, Pesqueira y, otros que obligadamente tenían que pagar por ir y venir, con este programa quedarán exentos de hacerlo.
Desde ya, los automovilistas en Sonora, para gozar de este beneficio, deben acercarse a los respectivos módulos instalados en las mismas casetas para la entrega del holograma respectivo.
Así que felicidades por este logro; además con base en declaraciones tanto de Cervando Castelo Flores y el propio Alfonso Cannan, se trabaja a la par en copiar el modelo de la caseta de San Luis Río Colorado, donde se creó un fideicomiso, que muchos beneficios derivados de los cobros, han traído para la comunidad.
Una lucha, donde justo es reconocerlo, dejó alma y vida la maestra Petra Santos Ortiz, en una demostración increíble de coraje social.