Manuel Fernando López
Impuestos en su mayoría, a creerse hechos a mano y, también merecedores de todo y dadores de nada, muchos políticos –conste, muchos; no todos—siguen sin conectar la lengua con el cerebro y, peor aún: juegan a la desmemoria, misma que es pariente de la traición.
¿De quién hablas dilo ya insensato?, clama un reportero de muchas batallas a mi lado; de los que no son invitados por los “cárteles” periodísticos, tan en boga hoy en día.
“Calma”, le contesto; es muy fácil, tan solo vete a los testimonios periodísticos o a las “benditas” redes sociales y, sabrás de que el sujeto es un tipo alado, de vuelo muy corto—pero éste, de vuelo muy largo—y, para el cual reformaron la constitución local para hacerlo secretario de Seguridad Pública, azote de los malvados en Sonora.
Todo bajo la poderosa sombra de Eduardo Bours Castelo, quien a la postre hubo de tragarse la impotencia de contemplar cómo el animal político de Manlio Fabio Beltrones, atrajo a su órbita al “Pato”.
Lo anterior, no obstante su desafortunada frase “de la que nos salvamos…” en la toma de posesión de Mariano Palacios Alcocer como dirigente nacional del PRI, quedándose en la orilla el sonorense para beneplácito del entonces consejero nacional del PRI.
Luego vendría su salida–del “Pato” –de Pro México y coqueteo con la cárcel, pero no así si amor por las frases desafortunadas: van algunas perlas de éstas.
“Creo que hay una negociación del Estado para entregarlo a Morena”: esto, apenas lo sabe la gobernadora; pero indiscutiblemente la joya de la corona y, que tiene de plácemes a los militantes del tricolor en Sonora.
“El PRI es el partido que genera más apatía entre los ciudadanos”; bravo por la oposición del Pato de Lucas: tiene de plácemes a Morena y demás cómplices por el jugoso pastel de la gubernatura.
¡Ay “El pato”; desmemoriado y traidor.