“ Yo soy el que soy”
Manuel Fernando López
Miedo, espanto, soledad, desconfianza; el virus, nos ha puesto, nos ha descarnado en y con toda la miseria humana.
Veo de lejos al sacerdote, cuya negra sotana se enreda con el viento de Semana Santa sobre sus piernas, como una serpiente pretendiendo su alma y, al final ésta, aullando se va, sabedora que por esta ocasión, el bien le ganó esta partida.
Veo también a mi vecino que ayer me abrazaba y, hoy, apenas me saluda: estoy de salida en este mundo –salvo lo que el Señor diga en contra—pero lloro cuando veo a mis hijos, a mis nietos, ignorantes del armagedon actual.
Los siete sellos y las trompetas se abrieron y están sonando.
¡Alea Jacta est!.