El Factor Gerardo


Manuel Fernando López

Si existiera justicia o un código de honor en política—ambas son quimeras—a Gerardo Murrieta Romero, la oposición a Morena y a todos los engendros creados bajo su sombra, deben agradecerle su lucha contra este Frankestein, alimentado e insuflado por el mesías laico de AMLO.

La paradoja: con toda su carrera política en las filas del Partido Revolucionario Institucional, donde únicamente supo de las hieles y. muy raras ocasiones de las mieles, que traen aparejadas posiciones políticas, Gerardo creyó como muchos— como la mayoría– en el proyecto de AMLO y, a este dedicó su esfuerzo y su innegable talento político.

Sobre todo, creyó en aquel entonces y le sirvió con toda lealtad y conocimiento del espectro político de Sonora a Alfonso Durazo Moreno, entonces coordinador de Morena en la entidad , luego de su “tarzana ” vida en la política; quizás por su memoria – de Alfonso—persista aún aquella tarde en Culiacán de donde partió su entonces jefe Luis Donaldo Colosio para enfrentarse a su trágico final en Lomas Taurinas.

¿Qué pasó aquel día, quién visitó a LAD y. sobre todo que le llevaron en unas maletas?.

Misterios y más misterios aún cuando se sepan; pero el temor aún con todo y cerrar bocas, paradójicamente deja válvulas de escape.

Gerardo Murrieta Romero, le sirvió a este tipo ahora poderoso secretario de seguridad pública en el país y, le llegó la firma de la casa; la traición y con esta, la ingratitud.

En breve y en este espacio, habrá muchas historias de este personaje, que se ha convertido en auténtica pesadilla tanto para el PRI , el PAN , pero en especial para Morena y todos sus depredadores: siempre con la ley en la mano.

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