¿Cuándo llegará el punto máximo del coronavirus e inicie el descenso del brote?

Por Redacción Mar 5, 2020

Los riesgos de la epidemia coronavirus, mejor conocido a nivel mundial como COVID-19, son significativos e inquietantes, sin embargo, no parece que se esparza a nivel global con alta intensidad. En cambio, las consecuencias económicas del brote probablemente serán impactantes pero transitorias


El nuevo coronavirus, COVID-19, que surgió en Wuhan, China en diciembre de 2019, ya mató a miles de personas, alteró la vida cotidiana de cientos de millones y puso al mundo entero al límite. Hasta el momento nadie puede decir con certeza cuándo se podría contener el brote, y mucho menos cuáles serán sus consecuencias económicas. Sin embargo, esto no significa que no se puedan realizar estimaciones del impacto de la pandemia.


La experiencia de brotes de epidemias similares sugiere que el daño económico a corto plazo puede ser considerable. A medida que los inversionistas sientan que el riesgo ha disminuido, se debe esperar la volatilidad del mercado, especialmente en los sectores que se consideran que tienen las mayores exposiciones y afectaciones, como es el turismo, los artículos de lujo y los automóviles.


Una serie de estimaciones -algunas públicas y otras privadas- sugieren que el crecimiento del PIB de China podría caer de 2 a 4 puntos porcentuales por trimestre hasta que el virus alcance su punto máximo. En particular, el consumo y la producción se verán afectados, sobre todo por las restricciones de movilidad voluntarias como forzadas.


La pregunta que se plantea a nivel mundial es ¿cuándo llegará ese punto máximo e inicie el descenso del brote?
Los pronósticos optimistas indican una recuperación parcial se podría dar entre abril y mayo de este año. Para otros analistas se podría presentar entre septiembre y octubre, con un impacto significativo en el crecimiento global de 2020. El peor escenario no descartar la posibilidad de una pandemia prolongada que cause daños mucho más extensos a las economías, sumada esta, a los conflictos comerciales, la disminución del empleo, la inversión privada en retirada y las respuestas políticas débiles o tardías de los gobiernos a nivel mundial.


Sin embargo, la historia reciente sugiere que los efectos a largo plazo del brote de COVID-19 pueden ser bastante pequeños, incluso insignificantes. Este escenario es aún más probable porque la economía de China está lejos de ser frágil. De hecho, es menos dependiente del comercio que en 2003, durante el brote de otro coronavirus, como fue el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS), y está equipado, en la actualidad, para recuperarse de choques bastante grandes con suma rapidez.


Una de la fortaleza poco apreciada del país asiático es la rápida expansión de la economía digital. El 35.3% de todas las ventas minoristas chinas se dan en línea. La penetración de Internet móvil es muy alta y está en aumento, además, los sistemas de pagos móviles son los más avanzados del mundo. Debido a que la mayoría de las personas y las empresas están conectadas y activas en línea, es fácil generar grandes cantidades de datos que, gracias a la inteligencia artificial, expanden instantáneamente el alcance y la efectividad de los ecosistemas digitales.


Sin duda la economía digital contribuirá en gran medida a impulsar la capacidad de recuperación económica de China, especialmente frente a una pandemia que limita la movilidad física. Además la infraestructura digital altamente desarrollada permite que los trabajadores pueden continuar trabajando desde casa, incluso si están en cuarentena o resguardados. Del mismo modo, las plataformas educativas en línea pueden compensar algunos de los efectos del cierre de escuelas.


Lo increíble es que se pueda solicitar suministros médicos en línea y con ello podría evitar la escasez inducida por la crisis, ya que los algoritmos detectan y responden rápidamente a bloqueos y cuellos de botella.
Las plataformas en línea también pueden proporcionar una defensa poderosa contra el aumento de precios especulativo, lo que permite la disponibilidad de bienes y servicios esenciales, especialmente para los más vulnerables.
Por ejemplo Amazon advirtió a los vendedores que se abstengan de cobrar precios exorbitantes por los cubre bocas ya que si no acatan el compromiso corren el riesgo de ser expulsados del sitio.


Una de las grandes ventajas de las economías en línea es que el seguimiento de su rendimiento se vuelve más fácil, más rápido y más preciso. Dichos datos se pueden utilizar para adaptar las respuestas de política y mejorar la precisión de los pronósticos, lo que aumenta la confianza empresarial, fomenta la inversión y acelera la recuperación.


Un punto importante de señalar es el papel que jugará China en las cadenas de suministro globales ante esta grave situación. Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China han reforzado esta tendencia. El coronavirus podría proporcionar un impulso adicional.
Pero más importante que la posición de China en las cadenas de valor globales es el reconocimiento de que las redes de suministro globales en general están demasiado tensas y carecen de resistencia, aunque no está claro si el brote de COVID-19 estimulará el cambio.


El resto del mundo


En cuanto al resto del mundo, el turismo se enfrenta a un shock negativo particularmente grande, incluso en países que no se ven gravemente afectados. Además las empresas que tienen una presencia significativa en China, como en los sectores de automóviles y de lujo, también sufrirán, pero probablemente se recuperarán junto con la economía china.


El temor de que el coronavirus se siga propagando y afecte la actividad económica mundial llevó a los mercados estadounidenses a su caída mensual más pronunciada desde marzo del 2009 y a su mayor baja semanal desde la crisis financiera del 2008. El índice industrial Dow Jones perdió en febrero 10.07 por ciento, y 12.36 por ciento solo en la última semana. Las fuertes pérdidas de los últimos días borraron las ganancias en lo que va del año y propiciaron el peor mes en once años. Sin embargo los primeros días de marzo e panorama se suavizo” ya que Wall Street cerró con una gran alza y el Dow Jones ganó cerca de 1.300 puntos, mientras las acciones intentan recuperarse de las graves pérdidas de la semana pasada.


México


Seguramente la presencia de personas portadoras del coronavirus en el país generará preocupación, pues la emergencia sanitaria introduce un factor de incertidumbre y volatilidad. La preocupación para la sociedad mexicana es de salud pública y de afectación económica. Sobre este último punto se puede señalar que China es el segundo socio comercial de México y el segundo origen de las importaciones mexicanas, con 18% en 2019, y es también el cuarto destino de las exportaciones.


Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), 3.8 por ciento de todo el valor agregado de México viene de territorio chino; igualmente, 7.7 por ciento del valor agregado de las exportaciones mexicanas proviene de ese país asiático.
Por el temor al coronavirus, el flujo comercial se ha paralizado, por lo que el escenario es incierto para las empresas en México con relación comercial con el gigante asiático: no hay envío de bienes, maquinaria e insumos a México ni se sabe hasta cuándo llegarán, lo cual atrasará la producción y exportación.


Exportaciones de China a México


Las tarjetas electrónicas y chips son las principales partes que se han encarecido en el mercado mexicano, afectando las líneas de producción. Además se verían afectados el sector automotriz, el eléctrico, electrónico y metalmecánico, sectores que requieren insumos producidos por China.


Exportaciones de México a China


El apetito chino por los filetes mexicanos y otros cortes de carne de res y cerdo podría aumentar en más del 40 por ciento este 2020 debido, en gran parte, al impacto causado en el mercado alimentario del país asiático por la propagación del coronavirus.
En México el efecto no es tan directo, como en Sudamérica, sino asociado a la baja general en la economía.
Podemos concluir que las consecuencias económicas del brote probablemente serán impactantes pero transitorias. Lo que no pasará, desafortunadamente, son las pérdidas de vidas humanas.


Dr. Carlos Germán Palafox Moyers
Investigador y Docente del Departamento de Economía de la Universidad de Sonora y Consejero del Observatorio de Convivencia y Seguridad del Estado de Sonora.

Related Post

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *