Dos modelos en disputa en este 2018 en México

Por Redacción Abr 20, 2018

El de continuidad neoliberal y el de la economía social y solidaria

Lo que se está viviendo en este proceso electoral con las diferentes propuestas de los candidatos son dos visiones de país y de política de gobierno. Una visión de continuidad del modelo neoliberal actual y otro un tanto diferente que lo podemos identificar como un modelo denominado de economía “social y solidaria”.

Las diferencias de las dos visiones se pueden centrar en diversas dimensiones: La lacerante inseguridad, la corrupción y la impunidad –que es el pan de cada día; las eternas promesas incumplidas y el vacío que se da entre el discurso político y la dura realidad cotidiana que sufren un importante sector de la sociedad mexicana y, la total arrogancia que les permiten derrumbar instituciones sin sentir el menor gesto de rubor y pena; sumada la pobreza, marginación, exclusión social, pobreza laboral para una gran mayoría de mexicanos.  Además la guerra de Felipe Calderón y Enrique Peña, promotores del modelo neoliberal, dejó un país bañado en sangre, dolor, injusticia y descomposición social no visto en la historia moderna del país.

Por otra parte el individualismo y la competencia de todos contra todos es la regla para que el sistema funcione. La solidaridad entre actores es considerada una deseconomía nociva, peor aún es considerada como una herejía en el argot económico.

 Los impulsores de este enfoque neoliberal plantean que es un sistema de mercados autorregulado mecánicamente, libre de interferencias sociales o estatales. La doctrina está en la base de la ideología que sostiene el proyecto neoconservador global y su brazo económico, más conocido como neoliberalismo. Pero que finalmente termina produciendo catástrofes sociales y ecológicas, ya de alcance global y en muchos aspectos irreversibles como está sucediendo en nuestro país. Para este modelo los ejes nodales son: las libertades individuales, el sistema de mercado, los tratados comerciales, la prensa independiente y las organizaciones sociales (empresariales, sindicales, civiles). Para cualquier país democrático estos ejes serían defendidos porque estarían rompiendo la base del modelo, sin embargo en México no parecen  estar funcionando normalmente estos ejes y pondremos el caso de la prensa independiente como emblemático. El fuerte gasto en publicidad ha sido una práctica común en México desde hace mucho tiempo, tanto a nivel federal como estatal, con el claro objetivo de fomentar la cobertura adulatoria de funcionarios y silenciar a sus críticos.

El Presidente Peña ha protagonizado varios comerciales por los que su gobierno ha gastado y pagado 2000 mil millones de dólares en publicidad que promueve sus intereses. Tan grave se ha presentado la situación que la Suprema Corte de Justicia de la Nación mandató al Congreso expedir una ley para que el gasto en publicidad oficial sea regulado. Para Rafael Hernández, diputado federal del PRD, “el gobierno tiene a sus medios favoritos que fungen como voceros”. Y remata señalando: “Ellos los premian con jugosos contratos publicitarios, y ellos asfixian y castigan aquellas voces críticas que no replican el mensaje oficial”.

El gobierno de Peña Nieto gasta un millón de pesos por hora en propaganda. De 2013 a 2016 la actual administración federal ha gastado 36 mil 261 millones de pesos en publicidad oficial, 15 mil millones más de lo que le autorizó la cámara de Diputados para ese período. ¿Prensa libre e independiente en México?

En lo relativo a las libertades individuales en el país se pueden identificar, por ejemplo, la libertad que tienen los jóvenes para acceder a las drogas, al crimen organizado, a bandas delictivas — alternativas que son el pan de cada día y no tienen posibilidades de acceder a los mercados laborales con ingresos decorosos, a infraestructura deportivas y culturales, a centros de capacitación, entre otros derechos que el Estado debería de proporcionar.

Hasta el momento, bajo esta visión, no se ha podido equilibrar liberalismo con democracia social. Al parecer son incompatibles en este modelo.

Las contradicciones de este modelo salen a flor de piel ya que permite que el país se destroce en mil pedazos por la violencia ejercida y que se traduce en miles de muertes de jóvenes, de altas tasas de feminicidios, de secuestros, de la violencia cotidiana que se traduce en hartazgo de la sociedad, pero que se preocupa más por las libres fuerzas del mercado y las grandes ganancias que les brinda el modelo.

Esto es, les interesa y preocupa más lo económico que lo social; además no ofrecen propuestas de transitar hacia una   vida más tranquila para una inmensa mayoría de mexicanos y cuando llegan a hacerlo se sienten más falsos que un billete de cinco pesos porque llevan décadas de promesas similares.

Para los ideólogos “mexicanos” de este modelo neoliberal   cualquier discurso diferente al de ellos es catalogado como un discurso mesiánico con un efecto redentor y por ello la razón de su éxito. Por ello meten en la misma bolsa a Andrés Manuel López Obrador y a D. Trump.

Además, señalan que en condiciones normales –es decir, en un contexto de paz y tranquilidad, de un creciente desarrollo económico y un futuro más esperanzador– el mensaje y presencia pública de Andrés Manuel López Obrador no tendrían posibilidad alguna de prosperar: todo mundo vería lo absurdo de su propuesta y, particularmente, su falta de realidad.

Pero le tendremos que decir a estos ideólogos que la realidad es la que viven los mexicanos, por ello la oferta de López Obrador no choca con la realidad objetiva y más aún ha  sido adoptado por la sociedad –por más guerra sucia que se implemente contra el tabasqueño.

Además, estos ideólogos, pretenden descalificar cualquier propuesta bajo un  contexto espacial, ya que señalan insistentemente estar en el siglo XXI y- López Obrador- no logra responder  a preguntas claves de estos tiempos, también, señalan, evade los asuntos relevantes o promete cosas absurdas. Más aún plantean que su propuesta programática es ahistórica y peligrosa en cuanto a que conscientemente ignora el mundo de hoy. El mejor ejemplo, señalan, es el caso del aeropuerto de la CDMX como reveladora del comportamiento de López Obrador y similar a las propuestas   de D. Trump, es decir, se trata de un símbolo y no de una propuesta seria para estos analistas. Sin embargo, es importante señalar que la clase política y los empresarios de siempre son quienes han sido beneficiados por décadas, y no en pocas ocasiones a costillas de los recursos públicos y ahorros de la sociedad o del pueblo.

Otro punto significativo para estos analistas es que López Obrador jamás se refiera a la ciudadanía o sociedad civil porque, en su visión, ésta no existe. Señalan que él encarna al “pueblo” porque sólo él lo entiende y lo representa y su sola presencia acabará con la corrupción y los grupos de poder.

Rematan señalando que en esta visión los contrapesos son malos (e innecesarios), las instituciones sirven como medio para que el presidente imponga su visión y el gobernante todopoderoso   será el único que puede decidir.

En otras palabras, la esencia del proyecto- de López Obrador- reside en acabar con la libertad individual, con el sistema de mercado, con los tratados comerciales, con la prensa independiente y con las organizaciones sociales (empresariales, sindicales, civiles) porque todas ellas limitan, en mayor o menor medida el poder. Se les olvida a estos analistas la fuerza institucional con las que cuenta la sociedad mexicana y lo que se busca es la aplicación estricta de la ley.

Curiosamente para el abanderado de la continuidad del modelo neoliberal la mayoría de la sociedad lo ve como el mayor agente desestabilizador y ven la continuidad del modelo como el mayor peligro para México.

Al parecer estamos ante el cambio de un régimen nuevo. El medio es el modelo planteado por el candidato de la coalición “Juntos haremos historia” por la Presidencia de la República.

En la próxima entrega abordaremos las líneas generales del modelo propuesto por Andrés Manuel López Obrador en su proyecto de Nación.

Dr. Carlos Germán Palafox Moyers

Investigador y Docente del Departamento de Economía de la Universidad de Sonora y Consejero del Observatorio de Convivencia y Seguridad del Estado de Sonora.

Email: economia@guaymas.uson.mx

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